Mi afijo

 

“SIERRA DE GRAZALEMA”

Mi afijo hace alusión al pueblo donde nací y donde actualmente vivo. Una sierra especialmente conocida por sus lluvias, por su bosque de pinsapos, por sus casas de cal blanca y su gente con encanto. Muy ligado a Grazalema estuvo siempre el perro de agua español, pues pastores y ganaderos se valían de ellos en sus labores del campo desde mucho tiempo atrás. Buena cuenta de ello tuvo mi abuelo, persona bondadosa y humilde, cuya afición por esta raza me dejó en herencia.

Sin embargo, sería mi amigo Guillermo Castro, quien me metería de lleno en este apasionante mundo del perro de agua, incrementando de esta manera aún más mi amor por la raza y dándome la oportunidad de asistir a concursos desde que era prácticamente un niño.

En el año 2001 adquirí el que fue mi primer perro de agua propio; tuve la suerte y dicha de disfrutarlo casi diecinueve años. Gracias a él, que me dio todo y me enseñó, supuso un incentivo para haber criado con amor, mimo y esfuerzo, esta maravillosa y entrañable raza todos estos años.

Nuestra intención es criar perros que estén bien proporcionados, de buen carácter y funcionales, un perro rústico como el que tuvieron mis antepasados, siempre respetando el estándar de la raza. Todos nuestros ejemplares están inscritos en el libro de orígenes español y además se les realizan todas las pruebas médicas pertinentes para poder criar con ellos.