EL PERRO DE AGUA ESPAÑOL
El Perro de Agua Español es la raza más antigua de la península, un ejemplo claro de multifuncionalidad. Este perro destaca por sus tareas pastoriles como perros de carea; en las marismas como cobradores o retrievers de acuáticas; en las costas andaluzas o cantábricas embarcándose en naves, auxiliando en diversas tareas de pesca; o formando equipo de trabajo con el hombre.
Gracias a una ardua labor donde prima la dedicación y la afición de sus criadores, unido a una constante tarea de fomento y proyección hacia la sociedad, el Perro de Agua Español se ha convertido actualmente en la estrella de las razas caninas autóctonas de España.
ORÍGENES Y EVOLUCIÓN
Quizás el perro de agua sea la raza más arcaica de todas cuantas existen. Un perro sobre el cual se pueden encontrar diversas hipótesis, que le hacen ser el descendiente directo de un supuesto perro de agua de la Península Ibérica o situar al Barbet, perro de agua francés, a la cabeza del origen de todos los perros de agua europeos.
Existe una hipótesis que data de la llegada de los Bereberes a las costas del Sur peninsular en el siglo X. Ésta considera que fueron ellos los que trajeron a Europa al Gran Perro de Agua, que parece ser es el ascendiente directo del Caniche. Entre otros, lo reafirma el naturista y escritor francés George Leclerc, en su obra "Historia Natural", con una teoría que relata cómo las tribus del Norte de África utilizaban a un antiguo perro de agua para la caza en zonas acuáticas.
Una segunda idea de la llegada del perro de agua a la Península es la que plantean Flores y otros, que consideran la posibilidad de que se introdujeran a finales del siglo XVIII y principios del XIX, procedentes de Turquía. A través de barcos que se dedicaban al transporte de ovejas merinas españolas a Australia, llegaron estos perros demostrando una gran utilidad en el manejo del ganado.
Desde épocas antiguas, el Perro de Agua Español ha cumplido con gran eficacia labores de pastoreo, tanto de cabras como de ovejas, en Andalucía y parte de Extremadura. También, como perro cobrador y levantador de caza en todas las marismas de la península, principalmente en el Sur; así como de perro auxiliar en labores de marinería en el Norte y Litoral Andaluz, acompañando a los pescadores para auxiliarles en las labores de pesca.
CARACTERIZACIÓN DE LA RAZA
El perro de agua, de gran inteligencia, está dotado de una excelente salud y es capaz de aprender de forma natural las condiciones de su trabajo. Una raza de una rusticidad y capacidad de adaptación enormes, ya que se amolda con mucha facilidad tanto a los climas fríos y húmedos del Norte, como a los calurosos del Sur de la Península.
Actualmente, existe una población numerosa y homogénea de perros de agua en un estado de pureza racial asombroso. Este hecho lo explica el control estricto de cruces de igual a igual entre individuos de la misma raza, con tendencia espontánea a perpetuar de generación en generación el tipo.
Es un perro que en el Sur desarrolla tareas de pastoreo o carea con gran eficacia, resultando un valioso ayudante para el hombre, su actividad principal desde hace muchos años. Es por ello que ha sido y es, la imagen consustancial de los campos donde pastan el cabrío y bovino de Andalucía y de zonas de Extremadura.
El Perro de Agua Español es un excelente nadador y posee una asombrosa capacidad de buceo, pudiendo alcanzar hasta varios metros de profundidad.
En su utilización como auxiliar en la caza da muestras de una boca adecuada, pero dura; de un pero que se acostumbra fácilmente al contacto con la pluma o incluso con el pelo. Se presenta como un buen levantador de piezas de pelo (conejo), introduciéndose con decisión entre matorrales en su busca y respondiendo bien a la llamada de parada del conductor.
Posee un excelente olfato, aunque tal vez sea su función de retrievers en la que más futuro tiene, al hacer gala de unas magníficas cualidades como perro cobrador.